domingo, 2 de septiembre de 2018

La nueva civilizacion


Se habla de la transitoriedad y del ritmo de la vida como nociones centrales, y sostiene que el segundo divide a la humanidad en campos diferentes. Dice que el ritmo de vida influye profundamente en el comportamiento de las personas y que ha sido lamentablemente ignorado por la psicología y la sociología.
En torno a esa noción central, traza una diferencia entre los hombres del pasado (gran mayoría de la población mundial, que vive igual que sus antepasados de hace siglos), los hombres del presente (que habitan las sociedades industrializadas y están moldeados por la mecanización y la instrucción en masa, pero que conservan huellas de su pasado agrícola) y los hombres del futuro: ínfima parte de la población que vive y trabaja en los centros principales de cambio tecnológico y cultural (desde luego, en Norteamérica) y que tienen como principal característica el haberse ya adaptado a un ritmo de vida acelerado, además de ser más ricos, estar más instruidos y vivir más tiempo. Según el autor, son los que sin saberlo viven como la mayoría vivirá en el futuro; son los primeros ciudadanos de lo que él llama la sociedad superindustrial mundial, que se caracteriza por un ritmo de aceleración muy superior al de las sociedades industriales.
Image result for toffler
Lo que Toffler sugiere es que el individuo que es capaz de comprender que en el mundo que lo rodea las cosas se mueven más aprisa compensa, automática e inconscientemente, la comprensión del tiempo. Al prever que las situaciones durarán menos, es menos incauto que las personas con expectativas de duración inmutables, que no ha previsto el acortamiento en la duración de situaciones.

Por eso sostiene que el ritmo de la vida es una variable psi de importancia crucial en la actualidad. Pues cuando el cambio de la sociedad exterior era lento, esa variable podía ser ignorada por el hombre. Pero el impulso acelerador altera la cuestión, pues es a través del ritmo acelerado de la vida que la creciente velocidad del cambio científico, tecnológico y social se hace sentir en la vida del individuo. En gran parte, el comportamiento humano estaría motivado por la atracción o repulsión del ritmo vital, impuesto al individuo por la sociedad de la que forma parte. El autor opina que la educación y la psicología deberían ocuparse de preparar a los individuos para representar papeles fructíferos en una sociedad superindustrial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario